lunes, 15 de junio de 2009

DE VUELTA DE LA DELFINOTERAPIA

Aquí la cara de felicidad de mi príncipe para que os podáis hacer una idea de lo mucho que ha disfrutado estos días junto a los delfines.



Creo que ya sido la experiencia más enriquecedora y gratificante que Pablo ha tenido y una sensación única el nadar tan cerca de estos maravillosos animales.

La terapia la teníamos todos los días a las 15 h. El primer día teníamos que estar allí un rato antes para explicarnos las normas de vestirse y estar preparado para en el momento que saliera la persona que iba delante de nosotros Pablo entrara.
La primera sesión fue horrible porque era un medio nuevo, aunque estaba acostumbrado a la piscina no es lo mismo. Gente desconocida y claro con los grandes protagonistas que son los delfines y viéndolos a un palmo de ti, estuvo gruñendo y no demasiado contento, pero el segundo día parecía que había estado con ellos media vida.




Las sesiones están divididas en 3 momentos, uno de toma contacto con el medio y relajación nadando entre los delfines, un segundo momento de terapia y luego otra vez contacto con los animales.

Nada más entrar en el recinto le moja las manos para que vaya acostumbrándose y le introducen en la piscina pequeña donde entra andando. Luego rápidamente ya lo pasan a otra más grande y empieza a nadar y relajarse entre los delfines.
Esta semana que nosotros hemos estado además de Branko también estaba una estimuladora de Viena, Andrea, que es la persona que ha estado haciendo a Pablo principalmente la terapia durante estos días, una persona encantadora también.






Primero entraba en contacto con el agua y nadaban un rato en búsqueda de los delfines aproximadamente durante los 10 primeros minutos de las sesiones. Luego volvían al borde de la piscina y allí realizaban ejercicios de estimulación multisensorial, números, laberintos, colores, etc… en los cuales Pablo estaba muy atento y tenía mucha conexión con la terapeuta, durante otros diez minutos.
Los últimos diez minutos volvían otra vez al agua con los delfines y se sentaba con Branko a esperar que los delfines fueran a su encuentro, cosa que hacían rápidamente en el momento que los veían.


Aprendió pronto a llamar a los delfines y lo que tardaba en introducirse en el agua ya estaba palmoteando para que vinieran a jugar.

El cambio de la primera a la segunda sesión fue muy grande porque el martes cuando llegamos estaba deseando ponerse el traje porque quería nadar con delfines. Nos dijeron los terapeutas que es normal en todos los niños le primer día ser un poco de toma de contacto y estar molestos e incluso algunos no querer ni meterse.


Y a grandes rasgos esta ha sido nuestra experiencia, que esperemos poder volver a repetir al próximo año.

5 comentarios:

Lasonrisadearturo dijo...

Pero qué maravillaaaaa!!!!! me lo pidoooo!!!!

En mi familia hay autismo y mucho más dijo...

Yo también me lo pidoooo, pero no sólo para Gloria yo también quiero nadar con los delfines, jajaja. Qué fotos maravillosas!!! Y la cara de felicidad de la primera foto es fantástica. Me alegro muchísimo. Un besote.

Javi, Edurne y nuestro pequeño Julen dijo...

Pero que bien que se lo ha pasado, yo tambien quieroooo
Besos

Bettina dijo...

Que maravillosa experiencia...como me gustan los delfines!!!
Donde es?? Que experiencia!!! Me mató la carita de felicidad de él!!

sarah dijo...

preciosa experiencia!! me encanta, y como los crios en tan solo horas se acostumbran y desean ir a nadar con los delfines...
muy buena terapia, sí señor !!

Año 2017.... Adolescencia

Cuanto tiempo hacia que no me pasaba por el blog, casi no lo recuerdo. En este tiempo han pasado muchísimas cosas…. Pablo ya tiene 14 a...